Habemos muchas personas que manejamos un carro, pero desconocemos por completo detalles importantes qué nos pueden ayudar más adelante. Por ejemplo:

● Cuándo Nació: Puedes conocer el año de fabricación de tu auto en la tarjeta de circulación o revisando una plaquita metálica que, normalmente, se encuentra a un costado de la puerta del piloto. Esta información es útil para cuando presente alguna falla saberla identificar y encontrar las piezas adecuadas que necesitan los mecánicos para repararlo y quede casi como nuevo.

● Qué nacionalidad tiene: La seguridad y confiabilidad de un auto depende mucho del lugar donde fue fabricado y ensamblado (quizá fue en lugares distintos). Recuerda que todos los modelos y marcas tienen una reputación, y su lugar de origen te puede decir mucho al respecto. Finalmente, tomando en cuenta los datos anteriores, es así, como también podemos determinar su valor.

● Llantas: A nadie le gusta caminar con los zapatos apretados. Lo mismo le pasa a tu carro. Conocer el tamaño de neumáticos que tu carro necesita, evita causarle daños e inclusive te ayuda a no tener accidentes viales. Pregunta a tu mecánico de confianza, ya que tienen medidas específicas y varían según el fabricante; lo ideal es cambiarlas lo mínimo posible y rotarlas casi en cada servicio.

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